La salsa ha encontrado su camino en calles y barrios de la capital colombiana, convirtiéndola en toda una expresión local en torno a este tipo de música y baile. Desde los barrios más tradicionales hasta los eventos más esperados, la salsa en Bogotá es más que notas y ritmo, ¡es un auténtico estilo de vida!
La salsa se mueve por las calles capitalinas
La historia de la salsa en Bogotá es un caleidoscopio de influencias culturales y migraciones. Se dice que este género musical llegó a la ciudad en las décadas de 1960 y 1970, trayendo consigo un contagioso ambiente caribeño que cautiva a cualquiera. Desde localidades como Teusaquillo, Santa Fe, Mártires, La Candelaria, Kennedy o Suba, la salsa se instauró como un elemento de la identidad bogotana.
En Bogotá, algunos sitios se han convertido en verdaderos templos de la salsa, espacios donde la música y el baile son el lema de la noche:
El Galería Café Libro: un refugio bohemio de sabor con más de 20 años de historia en la ciudad. Aquí, entre tragos y amigos, la pista de baile se convierte en el punto de encuentro para mover el cuerpo al ritmo de la salsa. Tiene tres sedes (sede parque de la 93: Cra. 11A 93 – 42; sede Palermo: Trans. 15B 46-38; y sede Café Bohemia: Trans. 15B 46-32).
Casa Quiebracanto: en pleno corazón histórico de Bogotá (Cra. 5 # 17 -76) más que un lugar, visitar Quiebracanto es una experiencia total. Aquí no importa si eres un experto bailarín o si tus pies apenas se mueven. Lo importante es sumergirse en la música y en un auténtico ambiente salsero.
Goce Pagano: en una antigua casa de La Candelaria (En frente de la Universidad de los Andes y próximo al Eje Ambiental) funciona desde 1994 uno de los íconos de la salsa en Bogotá. “El Goce” es ante todo un viaje musical para escuchar y bailar salsa a todo dar. Con frecuencia hay música en vivo, buenos cócteles y una energía contagiosa que te invitan a perder el sentido del tiempo y dejarte llevar por ritmos derivados de la salsa y el Caribe Antillano (reggae, folclor de las Costa Pacífica y Caribe, rock & roll, blues y samba).
Y cuando de eventos que ponen a la salsa en el centro del escenario se trata, ¡Bogotá no se queda atrás! El Festival Salsa al Parque, nacido en 1997, es un ejemplo de cómo este ritmo se apodera de la ciudad. Imagina que, en un parque al aire libre, se reúnen hasta 160 mil personas: risas, movimientos y pasión en torno a un amor común: la salsa. Durante este festival anual, artistas locales, nacionales e internacionales se reúnen para brindar una experiencia única.
La salsa en los corazones bogotanos
Dentro de la escena salsera bogotana se encuentran apasionados “salsómanos” (personajes que han dedicado su vida a este género logrando que la ciudad se consolide en epicentro de conciertos y presentaciones. Miguel Granados “El Viejo Mike” quizás una de las primeras voces en exponer el género en la capital a través de la radio.
La Calle 19 (aún una de las principales avenidas de la ciudad) se convirtió en un pasaje ideal para coleccionistas. Aún hoy, allí se comercia con acetatos de antaño (La Sonora Matancera, La Fania, La Ponceña y Fruko y sus Tesos, entre otras orquestas) que amenizaban y amenizan las fiestas de cientos de colombianos.
Por otra parte, para los amantes de las rarezas salseras, el Mercado de Pulgas de Usaquén es un paraíso. Vinilos y reliquias se convierten en excusas para conversar y compartir el amor por la música en tertulias interminables.
Además, orquestas bogotanas también tienen su lugar en la historia. La-33, con su estilo urbano y contemporáneo, ha inyectado nueva vida en la salsa tradicional y orquestas como La Misma Gente y Sonora Carruseles, aunque no sean originarias de Bogotá, han encontrado un escenario inmejorable en los corazones capitalinos.
La salsa en Bogotá no es solo un género musical, la salsa aquí late tan fuerte que resuena en cada esquina, en cada rincón bohemio y en los corazones de quienes la viven. A través de su historia, lugares emblemáticos, eventos destacados y, sobre todo, su gente, la salsa en Bogotá es una tradición que une a las personas de todas las edades y orígenes. Entonces, sin que importen tus habilidades en el baile, si llevas el ritmo en el corazón, Bogotá te espera con los brazos abiertos al compás del timbal, la clave y las trompetas ¡Que la fiesta continúe en Bogotá!