l visitarla te sumergirás en un mundo lleno de historia, tradición, arte y gastronomía dónde se revelan relatos y experiencias increíbles.
San Cristóbal ofrece escenarios únicos que sorprenden debido al encanto de su cultura popular, ambiental y gastronómica. Como dato importante debes saber que allí surgieron los primeros asentamientos artesanales e industriales de la capital como: fábricas de teja, ladrillos y el oficio del vidrio, entre otros. Además, esta localidad es epicentro de una singular devoción hacia el milagroso Divino Niño de Jesús, allí conocerás la historia y la tradición religiosa en torno a esté popular ícono espiritual.
A continuación, comparto algunas experiencias al visitar 4 lugares imperdibles de San Cristóbal que, sin duda ¡Los debes conocer!
Sabores y aromas tradicionales
Para adentrarme en esta localidad inicié esta ruta desde la emblemática Plaza de Mercado del 20 de julio, una zona de mercado tradicional que cautiva por su color y aroma a fruta, verduras y hortalizas frescas.
En la plaza encontré las populares fruterías y tuve la oportunidad de saborear la mejor ensalada de frutas que se prepara en Bogotá (opinión personal). Luz Dary Mora es vendedora de ensaladas de fruta en la plaza y me reveló uno de los secretos para elaborar este suculento manjar: el toque especial es la gran variedad de frutas exóticas “son muy conocidas porque llevan: kiwi, carambolo, uva, fresa, papaya, melón, mango, banano y durazno; bañadas en suave crema de leche, con fresco queso campesino y porciones de helado, además de otros ingredientes del lugar” asegura Luz Dary.
En esta plaza encontrarás establecimientos muy populares por la venta de cárnicos, platillos como el ceviche de camarones, jugos naturales y una popular bebida denominada ‘berraquillo’ (se dice que es afrodisíaca). La Plaza de Mercado del 20 de Julio brinda también una oferta variada en restaurantes, artesanías y hasta un curioso mercado esotérico que ofrece velones, aceites, cremas, riegos, baños de limpieza, entre otros productos (perfectos, según dicen, para atraer el éxito, el amor, la abundancia y la prosperidad).
La devoción al Divino Niño Jesús
Mi ruta continúa y, al llegar a la salida de la plaza de mercado, logro divisar la cúpula de la Parroquia del Divino Niño Jesús, así que me dirijo hacia allí (está a menos de 3 minutos caminando).
La Iglesia del Divino Niño de Jesús es uno de los centros religiosos más reconocidos que tiene la capital. Me contó Sergio Vásquez, historiador del santuario, que la devoción se remonta al año 1935 y parte de un programa caritativo llamado “Pan y Chocolate" liderado por el padre salesiano Juan del Rizzo. Este proyecto evangelizador favoreció a niños y niñas de la zona con difíciles condiciones de acceso a educación, alimentación y vivienda.
El programa mencionado ofrecía los domingos una eucaristía dirigida especialmente a los niños. Luego, empezó a crecer la afluencia de devotos, feligreses y personas muy necesitadas. Así inició la devoción al Divino Niño Jesús, devoción que se ha extendido por el mundo y que, aún hoy, se mantiene gracias a los milagros que se atribuyen a la figura principal del santuario.
A continuación, algunos consejos que solía recomendar el padre Juan del Rizzo para tener en cuenta al momento de hacer alguna petición al Divino Niño Jesús: durante nueve domingos, debes asistir continuamente a la eucaristía en el santuario y comulgar (mínimo una vez); debes brindar una libra de chocolate (o equivalente en alimento) como ofrenda a los más necesitados; por último, debes visitar las calles coloridas que rodean al santuario y encontrar en tiendas y puestos de comercio escapularios, camándulas y pulseras alusivas al Divino Niño Jesús.
Vidrio, imaginación y arte
Continúo mi trayecto hacia el Museo del Vidrio (el único en Colombia y el tercero en Latinoamérica) que expone el arte de este oficio. Este es uno de los museos comunitarios más asombrosos que he conocido; al visitarlo, el lugar revela la identidad de los habitantes de esta zona de Bogotá.
El Museo del Vidrio es un espacio dedicado a la preservación, difusión y enseñanza del arte y la historia del vidrio en Colombia. Allí tendrás la oportunidad de admirar colecciones de piezas en vidrio elaboradas por la comunidad como: vasos, objetos de laboratorio y las mejores obras de los maestros vidrieros de San Cristóbal. Una de las obras más sorprendentes, que no debes dejar de apreciar, es un corcel (con las siguientes dimensiones: 52 x 53 x 21 cm) realizado a partir de la técnica vidrio soplado, la obra es denominada “reto” y fue elaborada por el maestro Carlos Conde.
Sandra Solano, directora del Museo del Vidrio, asegura que el proceso para crear algunas de las piezas es increíble y que una de las técnicas más sorprendente es el vidrio al soplete (muy usada para crear animales o figuras poco convencionales en vidrio). “Mientras un soplete pone en marcha el fuego, el maestro moldea el vidrio con leves y constantes movimientos de sus dedos; posteriormente el material es estirado hasta realizar y alcanzar la forma deseada” describe Solano.
El Museo del Vidrio también cuenta con una tienda donde podrás adquirir accesorios hechos en vidrio como: aretes, collares, alcancías, vasos, jarras y otros elementos decorativos para el hogar. Por otro lado, podrás disfrutar de un taller educativo para toda la familia dirigido por maestros de la zona quienes te enseñarán todo sobre el oficio del vidrio; conocerás las técnicas para hacer botellas, y crear vitro-mosaicos (con pequeños trozos de vidrio en colores).
Una experiencia entre nubes.
Sigo en marcha y llegó hasta el Parque Ecológico Distrital de Montaña Entrenubes, un escenario perfecto para respirar aire puro y conocer de primera mano la belleza natural que posee. Entrenubes hace parte de los cerros que derivan de la Cordillera Oriental de Colombia y tiene una extensión natural de 626 hectáreas (algo así como 876 canchas de fútbol).
Allí podrás realizar un recorrido por sus senderos de aproximadamente 1 hora hasta ascender al mirador de Juan Rey y disfrutar de la mejor vista capitalina (a 3.105 metros sobre el nivel del mar). Durante el trayecto podrás apreciar la belleza del bosque alto andino y el bosque de niebla donde se destacan especies vegetales como: musgos, helechos y orquídeas. Asimismo, podrás hacer actividades como observación de aves y ver especies como: colibríes, copetones (el ave insignia de los bogotanos) búhos y mamíferos como comadrejas y zarigüeyas, entre otros.
Como ves, San Cristóbal es una localidad llena de historia, arte, gastronomía y escenarios naturales incomparables; en cada rincón se revelan historias sorprendentes y experiencias inolvidables.
¡Turistea por Bogotá y descubre la autenticidad que solo tiene San Cristóbal!