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En la avenida Jiménez con carrera Séptima, en pleno corazón de la ciudad, se alza la Iglesia de San Francisco, el primer templo construido por los franciscanos en el territorio que hoy conocemos como Bogotá. En este edificio de 1550 y armadura mudéjar (un estilo artístico que se desarrolló en los reinos cristianos de la península ibérica), podrás apreciar destacables ornamentaciones de la América colonial, elaboradas por talladores, escultores y pintores criollos y extranjeros. Las paredes están cubiertas de madera tallada y casi todo su interior tiene elementos con oro puro antiguo, pesado y cobrizo ¡imperdible!
En tu visita no podrás dejar de contemplar el altar mayor, una de las obras maestras del tallado colonial santafereño. Fue originalmente encargado en 1623 a uno de los mejores maestros de la madera del momento, el escultor y ensamblador asturiano-bogotano Ignacio García de Ascucha. Este gran retablo envolvente deslumbra por su monumentalidad, riqueza iconográfica y valores arquitectónicos.
Además de su valor estético, este templo neoclásico guarda historias que debes conocer. Fue usado, por ejemplo, para guardar los restos de monjes distinguidos, entre ellos el cráneo de Virrey Solís, tercer virrey de la Nueva Granada (1753-1761) y quien, apenas acabó su mandato, se convirtió en fraile franciscano.
El templo de San Francisco fue usado como sede de la Curia Provincial hasta finales de 1861. Luego, en 1862, fue la sede de la Gobernación de Cundinamarca, pero a causa de varios temblores ocurridos en 1917 el edificio sufrió daños importantes. Por esa razón, en 1918 inició la construcción del actual palacio de la Gobernación de Cundinamarca.
En 1881 la comunidad franciscana retomó su vida conventual en una parte del viejo claustro, contiguo a la sacristía. El lugar fue acondicionado hasta que se decidió construir una nueva edificación en 1948, que fue inaugurada en 1950. Desde entonces la iglesia se ha mantenido casi intacta. Su última adecuación fue en 1990, cuando fue restaurado el artesonado y el retablo.
Luego de visitar este majestuoso templo, uno de los más concurridos de Bogotá, puedes recorrer las iglesias de La Veracruz y La Tercera Orden, ubicadas al respaldo norte del templo. Recuerda que la ciudad cuenta con más de 300 parroquias e iglesias, lo que la convierte en el principal destino religioso de Colombia. #EnBogotáNosVemos
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