Déjate llevar por la mística natural que vivían los muiscas y revive sus costumbres. En la laguna de Guatavita, la mina de sal Nemocón y Sesquilé, sentirás la magia de antaño, ahora.
Una de las 7 lagunas sagradas para la comunidad indígena que celebraba allí un ritual de entrega de poder de un cacique nuevo. Por su carga simbólica y espiritual la laguna fue epicentro de rituales de pagamento, lo que despertó el interés español durante la colonización. La ambición y los relatos sobre la leyenda de El Dorado generaron su saqueo sin éxito.
Un lugar de contacto con la cosmovisión muisca y su relación con la naturaleza, el agua y sus rituales.
La comunidad musica aún hace presencia en el territorio y le da la bienvenida al visitante estableciéndo formas de contacto con sus costumbres, cosmovisión y tradición. Una invitación a descubrir y disfrutar la riqueza gastronómica de la región .
Un escenario para reconocer el valor de la sal (considerado oro blanco) para el pueblo muisca. La sal era la forma de trueque más importante para los indígenas; uno de los elementos más importantes para su sociedad.
Un lugar de contacto directo con este mineral: su evolución, su extracción y su concepción desde los pueblos aborígenes hasta la actualidad.
Una oportunidad para entrar en contacto con el territorio protegido y guiado por la diosa mayor de la noche: la luna (Chía para los muiscas). Un lugar para conocer de primera mano la cosmovisión muisca; además, se podrá reconocer el valor y significado de la luna como esencia e influencia en la gastronomía ancestral.