Padre civilizador e instructor del pueblo muisca. Considerado tres veces sabio, grande y poderoso. Puede viajar por las siete dimensiones del abos (cosmos). Enseñó gastronomía, astrología, meteorología, medicina, alquimia, trabajo textil, orfebrería, uso de la sal, cultivo de la tierra (especialmente del maíz) impartió las leyes y promovió la convivencia pacífica con otros pueblos.
Estableció el orden solar del fuego (Boyacá) y la orden lunar del agua (Bogotá). Fue el salvador del pueblo muisca en la gran inundación abriendo un dique en el Salto del Tequendama para desaguar el altiplano de Bacatá.
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