La catedral de Sal de Zipaquirá, situada a 50 kilómetros al norte de Bogotá, lleva la arquitectura religiosa a límites insospechados. Una construcción moderna realizada por Roswell Garavito Pearl en los años noventa. Se encuentra a 180 metros bajo tierra, en el interior de una mina de sal que ha sido explotada desde 1801, dentro del parque de la Sal de Zipaquirá, en el departamento de Cundinamarca.
La historia de la catedral comienza en 1930, cuando los mineros construyeron una capilla improvisada en uno de los túneles para poder orar, pero se cerró en 1992 porqué se consideraba poco segura. Así que en 1995 se inauguró una nueva iglesia.
La Catedral de Sal de Zipaquirá es más que una simple atracción turística; es un monumento de fe, historia y cultura que resuena profundamente con todos aquellos que la visitan. Desde su impresionante arquitectura subterránea hasta su rica historia, la catedral es un testimonio del ingenio humano y la espiritualidad. No pierdas la oportunidad de vivir una experiencia en este icónico destino.






Zipaquirá, conocida también como la ""Ciudad de la Sal"", se encuentra a solo 50 kilómetros de Bogotá, la capital de Colombia. Llegar desde Bogotá es sencillo y hay varias opciones de transporte disponibles:
- Tren Turístico: una de las formas más pintorescas de llegar a Zipaquirá es a bordo del tren turístico que parte desde la Estación de la Sabana en Bogotá. Este recorrido de dos horas ofrece hermosas vistas del paisaje cundinamarqués y es una experiencia en sí misma.
- Automóvil: si prefieres conducir, puedes tomar la Autopista Norte en dirección a Chía-Zipaquirá y seguir las señales hacia Zipaquirá. El viaje dura aproximadamente una hora.
- Bus: desde el Terminal de Transporte Salitre o afuera de la estación de Transmilenio Portal Norte puedes tomar un autobús directo a Zipaquirá, lo que tarda entre 60 y 90 minutos.